Tras la pista de Miguel, el frutero de la coca que trajo el mayor alijo de la historia entre bananas de Guayaquil y corrupción de un jefazo de la Policía Nacional

Miguel y su mujer, Vilma, en busca y captura, montaron una tapadera (casi) perfecta para introducir droga desde Sudamérica, una empresa importadora de frutas tropicales que hasta patrocinaba eventos deportivos y tenían a sueldo, supuestamente, al jefe de Blanqueo de la Policía en Madrid, detenido con 21 millones en su casa Leer